miércoles, 15 de octubre de 2014

La edad de la política.

   Hacer política es ocuparse de la gestión de lo público. Se hace política cuadrando el presupuesto mensual de un hogar o asignando tareas y recursos dentro del mismo. Gobernar un estado-nación no es (o debería ser) más que ampliar el ámbito de la política doméstica a comunidades de vecinos, juntas de barrio, municipios, comarcas, estados federados (autonomías en la actualidad) y, al fin, sólo al fin, el gobierno del estado. Despolitizar una manifestación es como hacer un bocadillo sin pan, habrá a quien le guste, pero ya no es un bocadillo, es otra cosa.

   Se confunden los términos y los objetivos y cada vez dudo más que se haga sin intención. Atacar a los partidos políticos que participan en un régimen corrupto sin atacar al régimen mismo es, en el mejor de los casos, ingenuo. Si se atora el sumidero de un lavabo, se puede retirar el agua, secarlo y dejarlo como los chorros del oro a condición de no usarlo; pero sólo hay una solución real a ese problema, desatorarlo, lo demás son leches.

   Culpar a los partidos y sindicatos como ente, como forma de organización, por la indignidad de los partidos y sindicatos del régimen es confundir el todo con las partes. La botella seguirá siendo un invento útil aunque haya quien la llene de orina. Además, me gustaría saber si a mediados de noviembre seguirán siendo malos y perversos todos los partidos o se tratará de colar a presión alguna excepción (creo que es obvio por dónde voy).

   Uno de los dramas de este país es la ausencia de conciencia política de la población. Se requiere información y formación como paso previo a la concienciación, que a su vez es paso obligado hacia la movilización. Si, históricamente, han sido los partidos, sindicatos y ateneos o similares los que han asumido la labor de movilizar a la ciudadanía, renunciar a estos instrumentos me parece imprudente si se hace desde el desconocimiento y criminalmente colaboracionista si se hace a sabiendas. Eliminar los últimos reductos de las ideologías políticas es allanarle, aún más, el camino a la oligarquía en el poder. Se cambian los anhelos justos y legítimos por mensajes que contenten al máximo número de personas en su mayoría desinformadas (de conciencia política ni hablamos). Se adapta el discurso a lo que puede digerir el votante en vez de ayudarle a digerir el discurso que realmente necesitamos. Se pretende llegar a un heterogéneo y ficticio 99%, aunque el discurso político se centre en lo accesorio, cuando quizás llegando a un 60 ó 70% se podría conseguir un cambio profundo del régimen político y su sistema económico.

   La política no es vieja, es antigua, aunque no tanto como el mesianismo.

   Contrapoder significa "poder que intenta contrarrestar al poder establecido".
 Cuando no hay valor para oponerse al poder real, cuando se viste de revolucionario lo que no es más que un tímido parcheo, cuando se repiten esquemas que se han criticado "veinte minutos" antes en otras formaciones, no estamos hablando de contrapoder sino, quizás, de todo lo contrario. Gatopardismo puro: "si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie".


Salud y República.

martes, 19 de agosto de 2014

¿Traer la República? ¿Desde dónde?

 
   No soy politólogo ni economista ni siquiera tengo pelazo. Soy un simple aficionado sin títulos ni mochilas. Soy un ciudadano y por tanto hablo de la gestión de lo público con la única autoridad de quien habla de lo que es suyo, que ya me parece más que suficiente. Desde esta posición me llama la atención el hecho de que la mayoría de los textos reivindicativos de la república como forma de Estado hablan de traerla, de hacer que venga o que llegue y me pregunto desde dónde debe llegar, ¿existe una fábrica de estados sociales y democráticos? Y, si existe, ¿tienen tienda por Internet?
 
   Incluso las/os republicanas/os adoptamos actitudes de súbditas/os, esperamos que la solución de nuestros problemas nos llegue desde otra dimensión, ni siquiera conocida. Parece que sólo nos compete llamarla y esperar a que llegue, como el que llama a un ascensor o a un taxi. Desde mi humilde, aunque autorizadísima, posición digo ¡no! Cualquier cosa que nos llegue sin que la hayamos construido irá en nuestra contra con absoluta seguridad, porque lo importante no es la forma que adopte el poder sino quiénes lo ejerzan. No llamemos a la república, no la deseemos, construyámosla desde hoy mismo.
 
   Don Manuel Azaña dijo: "Quiero republicanos para la República" y en ésas seguimos. Republicana es una persona que asume su dimensión política, que no la delega, que exige y participa. Una república para nosotras/os pero sin nosotras/os será una nueva capa de maquillaje a la misma dictadura de la oligarquía que se instauró con el poder de las armas y se mantiene con el poder del capital. Si realmente queremos un cambio profundo, renunciemos desde ya a que nos traigan nada, empecemos a construirlo.
 
   Somos muchas/os quienes creemos en la necesidad de basar el funcionamiento del Estado en la democracia participativa. ¿Es razonable esperar a que los poderosos decidan darnos voz y voto? Yo diría que no, que la democracia es una forma de vida, no un bien que alguien nos deba conceder. Comencemos a vivir como ciudadanas/os, a informarnos, a decidir, a asociarnos y a participar, en principio en el nivel que podamos, porque de forma natural cuando un nivel se nos quede pequeño nos lanzaremos a la conquista del siguiente. Las cosas importantes y duraderas se construyen de abajo a arriba, no al revés.
 
 
   También unas/os cuantas/os creemos en una democracia representativa como complemento de la participativa. Creemos en la importancia de los partidos políticos como vehículo de las ideologías, como talleres de debate que aporten ideas para una sociedad justa, fraterna y sostenible. Una mirada al panorama político actual hace que se nos caigan los palos del sombrajo, ¿qué clase de cesto nos saldría con semejantes mimbres? Partidos vendidos a la oligarquía financiera, partidos presa de urgencias electoralistas que no ven el bosque porque no paran de darse cabezazos contra el mismo árbol, organizaciones "anti" de las que sabemos lo que no quieren pero ni idea de lo que proponen. ¿Os imagináis unas elecciones a Asamblea Constituyente mañana o dentro de unos meses? De llorar, sí.
   Necesitamos partidos y sindicatos capaces de articular a la ciudadanía en la labor de transformar la sociedad. Toda transformación requiere un sujeto de la misma. Podemos apostar por la confluencia desideologizada en el descontento o por la confluencia sobre propuestas de mínimos. Yo apuesto por la segunda, pero para eso necesitamos partidos con propuestas claras, sin dobleces. Un partido que trata de englobar desde personas "social-liberales" a anticapitalistas sólo logrará el desconcierto y la desconfianza tanto de unas como de otras, pasando por las de en medio. Un sindicato debe preocuparse por las condiciones laborales no por la estabilidad del capitalismo. Las cosas claras como primer escalón imprescindible, es difícil empezar a trabajar en la Constitución de la III República Española partiendo del "ya veremos luego".
 
   En lo económico, no conozco mayor utopía que la que propugna una sociedad justa bajo el yugo del capital. Superar el capitalismo explotador no es cuestión de ideologías ni es más utópico que mantenerlo sin caer en el colapso, es simple cuestión de defensa propia unida al más genuino sentido común. Ya hay personas trabajando en alternativas (cooperativas, iniciativas de consumo responsable y colaborativo, iniciativas de distribución de proximidad, etc), apoyémosles, aprendamos de ellas y si pensamos que algo es mejorable, adelante.
 
   En lo social nos encontramos quizás el mayor de los retos, sustituir las inercias y principios del capitalismo por los del bien común. Consumir para cubrir nuestras necesidades y nuestros deseos, no para perpetuar el modelo capitalista de consumo compulsivo. Dejar de ser espectadores de nuestra propia vida, de dejar a su suerte a nuestras/os niñas/os, de limitarnos a seguir los dictados de la "tele". Es necesario empezar a difundir valores como la responsabilidad, la participación y la solidaridad y, si una imagen vale más que mil palabras, un ejemplo vale más que mil imágenes.

   Hay mucho trabajo por hacer. Tenemos que desprendernos de visiones finalistas, dejar de pelear por el color de las papeleras de nuestra sociedad ideal, y empezar a plantar cimientos sólidos. No me sirve de nada la proclamación de una república dentro de unos meses si nace de rodillas ante el capital. Como dijo Don Manuel, reclutemos a republicanas/os para la República.


   Salud y República.

  

viernes, 23 de mayo de 2014

¿Qué nos jugamos realmente el 25M?

  La primera contradicción, como suele ocurrir, se nos presenta con el mismo nombre del evento: Elecciones Europeas. La maquinaria del poder se afana en extender la idea de que contamos en el funcionamiento de la UE, pero no es cierto. El Parlamento Europeo es como el Senado Español, caro e inútil. No es el parlamento el que legisla en Europa, son sus órganos no democráticos, algunos ni siquiera europeos, los que imponen del orden del 80% de las leyes que se aprueban en España. Consejo de Europa, Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional, son los fijan las políticas que los/as incautos/as ciudadanos/as debemos soportar a mayor gloria y beneficio del capitalismo globalizado. De la misma manera que una colonia jamás ha elegido a su metrópoli, nosotros/as jamás elegiremos a los órganos decisorios de la UE, somos su colonia, el Imperio Romano tenía legiones y la UE tiene el Euro. Desde un punto de vista radicalmente democrático y por tanto anticapitalista, sólo hay un debate que realizar sobre la actual UE: ¿nos vamos o hacemos que nos echen?
 
  Lo que nos jugamos el 25M es comenzar a redibujar el mapa político español, empezar a enseñar los dientes si es que alguna vez aspiramos a morder y asumir el control de nuestros destinos. La pertenencia o no a la UE es una decisión que toma cada Estado, por lo que es falso que todo "pase por Europa", más bien al contrario todo pasa por limpiar la propia casa a fondo y cambiar aquello que se cae de puro viejo e inútil. La poca o nula llamada institucional a que se acuda a votar y el fomento de la proliferación de opciones prefabricadas por el capital mediante sus cadenas de televisión nos indican que al régimen no le interesa que vayamos a votar y, si no hay más remedio, lo hagamos dividiéndonos en multitud de opciones. La razón es sencilla, lo que nos venden como un 30% de estimación de voto con un 60% de abstención, no llegaría a un 13% con un 100% de participación. Cuando los partidos del régimen monárquico-franquista tienen claro que han tocado techo electoral e inician la caída libre, necesitan poca participación crítica para obtener resultados positivos. Resumiendo, abstenerse es darle aire a un régimen que se ahoga por su propia avaricia e ineptitud.
 
  En cuanto a la "abstención activa", lo primero ha sido asegurarme de que no se trataba de una coña de El Jueves o algo así. Pero no, lo dicen en serio. Se trataría de deslegitimar el régimen mediante la no participación, pero "activa" (hay que joderse). Lo de presentar alternativas válidas para un Estado no es activo, qué va; lo que es activamente antisistema es no pronunciarse, no comprometerse. Bien pensado, te aseguras de que jamás tendrás un mal resultado electoral; bueno tampoco, pero eso... Cuando se espera una abstención del 60%, es como decir: "yo, correr, corro poquito, pero apúntame la marca de Usain Bolt, anda". Resumiendo, ¡hay que joderse!
 
  Se abre ante nosotros/as un periodo muy importante. Dos años (elecciones municipales, autonómicas y generales) que pueden marcar la diferencia entre asumir de una vez por todas nuestra responsabilidad política o asumir definitivamente nuestra condición de esclavos sumisos. Un cambio profundo más allá del puro maquillaje, el camino hacia una sociedad republicana que supere definitivamente el capitalismo, no llegará exclusivamente por la vía electoral. Conseguir que el hombre (en genérico) deje de ser explotado por el hombre y el ser humano se convierta en el centro de la acción política, desplazando a las ganancias del capital, requerirá un alto grado de presión popular. Pero no hay que despreciar la vía electoral por muy manipulada que esté, puede que no sea la vía exclusiva para construir el nuevo Estado, pero sí se nos presenta como una inestimable herramienta para expresar nuestra voluntad de cambio y para debilitar un régimen político obsoleto e injusto.

  En mi opinión, el domingo nos jugamos el inicio de la caída del régimen y su sistema económico, además de ser una gran ocasión de ir "haciendo músculo" de cara a las próximas elecciones que sí serán decisivas. No es cuestión de ganar unas elecciones que, repito, no valen para nada. Se trata de acostumbrarnos a votar en conciencia, a informarnos, a desarrollar nuestro sentido crítico, a participar. Si eres independentista, vota independentismo; si eres comunista, vota comunismo de verdad (que lo hay); si eres socialista, vota socialismo de verdad (que también lo hay). Yo soy radical-republicano y votaré a Alternativa Republicana (ALTER), porque a pesar de algunos errores de juventud (cumplen el año dentro de un par de días) me identifico con sus principios.

  Vota lo que creas que debes votar, vota a proyectos (no a personas) que te gusten, vota a principios con los que te identifiques. Vota lo que quieras, pero ¡VOTA, JODER, NO SE LO PONGAS TAN FÁCIL!

  Salud y República.

miércoles, 19 de marzo de 2014

La polémica de las capuchas.

    No es nada nuevo, pero a raíz del 22M se ha generado una fuerte polémica en la que predominan las vísceras y el ataque personal sobre los argumentos. Ese es el motivo por el que prefiero expresar mi opinión aquí, de forma civilizada y, si soy capaz, razonada.
    Para mí, el punto de partida de la polémica es la frustración que genera la falta de objetivos y estrategias. Se critica la efectividad de la movilización pacífica antes de haberla realizado. Ya sé que hay más manifestaciones que días, pero son sectoriales y muy minoritarias. La movilización pacífica, para ser efectiva debe ser unitaria y masiva, algo que aún no se ha hecho.
    Estamos ante la oportunidad de participar en una protesta sin precedentes, la protesta capaz de hacer tambalearse a los cimientos del régimen. Las Marchas por la Dignidad del 22M, pese al bloqueo informativo de los medios del poder, ya ha sido un éxito, ya hay miles de personas caminando hacia Madrid y otras muchas miles acudirán al evento los días 21 y 22 por carretera y ferrocarril. Podemos encontrarnos con varios cientos de miles de personas distintas pero unidas gritando ¡BASTA YA! en la capital del reino.

    Pero siempre hay quien quiere más y la opción que aportan es enfrentarse con la policía. No en función de un objetivo concreto sino por deporte, imbuidos de una especie de malsano espíritu olímpico. El resultado es que, el día siguiente de una manifestación, la foto de portada y la imagen con que abren los telediarios es la de un contenedor ardiendo o mobiliario urbano destrozado. Sencillamente, les han hecho un favor a los poderosos, bien por ser funcionarios pagados para hacerlo bien por "problemas de riego", los "encapuchados" consiguen desvirtuar totalmente la protesta y que lo que le llegue al gran público sea el altercado y no la protesta de fondo.
    El 22M puede ser un punto y aparte en la lucha política. Se puede enviar un mensaje imposible de ignorar. El régimen ha tratado de silenciar las marchas, pero existen las redes sociales y el activismo político de base. Si el silencio no ha funcionado, lo siguiente que intentarán será criminalizar la protesta. No se puede reprimir a cientos de miles de personas protestando pacíficamente, por lo que necesitan altercados que justifiquen una intervención expeditiva de los cuerpos de represión del estado.


     Y en este punto es donde surge la iniciativa de solicitar que los/as participantes del 22M aíslen y expulsen a los encapuchados de la manifestación. Un encapuchado puede ser cualquiera. Puede ser un policía infiltrado, no es paranoia, el gobierno admite su utilización y les hemos visto actuar y reventar manifestaciones pacíficas (recordad el "soy compañero" o las pulseritas amarillas o el que deja a la vista su arma reglamentaria mientras revienta un escaparate en Pamplona), es uno de los motivos de que pretendan prohibir la grabación de imágenes en las manifestaciones. Puede ser un ultraderechista, hacen lo mismo que los policías pero sin placa. Y puede ser alguien que impone su particular visión de la lucha política a la mayoría pacífica, alguien que tira la botella o la piedra y corre como un gamo para que los/as detenidos/as y apaleados/as sean quienes andaban por allí.

    Tengo varios motivos para pedir el aislamiento y la expulsión de los/as encapuchados/as:
    1. Como republicano, estoy acostumbrado a ir de cara sin nada que esconder y no me planteo cambiar. 
    2. Cada columna o bloque o grupo tiene derecho a decidir cómo quiere manifestarse sin la imposición de un pequeño grupo de infiltrados.
    3. Si llegara el momento de defenderse de una agresión, con la cara descubierta se respira mejor y se tiene mayor campo de visión.
    4. Necesitamos movilizaciones masivas. No hay posibilidad de cambio sin apoyo ciudadano masivo. Hay que invitar a la gente a levantarse del sofá y movilizarse de forma decidida pero tranquila, a demostrar que somos mayoría sin ser apaleados porque un descerebrado tiró una piedra y ya está a kilómetros de distancia. Necesitamos movilizaciones a las que ir en familia, sin miedo y sin marcha atrás.
     Por aquello de la libertad individual, yo entendería la formación de un bloque negro o bloque encapuchado o "black block", pero juntos y diferenciados, no infiltrados entre quienes ejercen también su libertad de manifestarse como les salga de sus gónadas. Incluso estaría dispuesto a colaborar con ellos/as sellándoles la retaguardia para evitarles la tentación de huir una vez desvirtuada la manifestación, de forma que sean ellos/as y no la gente pacífica los/as que afronten las consecuencias de su particular estrategia..

    Estamos ante una gran oportunidad. Por poner un ejemplo, los/as republicanos/as caminaremos juntos/as por primera vez en 80 años. Puede ser un punto y aparte, puede ser el principio del fin de un régimen ilegítimo, cruel e injusto. No dejemos que lo estropee ni la sra. (por decir algo) Cifuentes ni una minoría de exaltados/as.
    Dicho esto, que cada cual ejerza su sentido crítico, saque sus conclusiones y tome su decisión.

    Javier Sánchez-Mota.
    Republicano español a cara descubierta.

domingo, 2 de marzo de 2014

"El retonno del follonero".

   
    Jordi Évole, anteriormente conocido por su trabajo como "clown" moderno con el sobrenombre "el follonero", evolucionó profesionalmente hacia el periodismo profundo con contenido social.
 
    El sr. Évole consigue fama y cierta pátina de credibilidad a fuerza de entrevistar a personalidades hostiles y conseguir llevarlos a su terreno desmontando sus defensas iniciales. No se le conoce actividad similar con respecto a su ego.
 
    El sr. Évole trabaja para una empresa privada cuyo máximo accionista (el sr. Lara) no es lo que se dice un antisistema revolucionario y radical.

    El pasado domingo 23 de Febrero se emitió en La Sexta un "experimento periodístico" que le encargan al sr. Évole sus dos jefes, su ego y el sr. Lara. Bajo la imagen de producto televisivo de vanguardia nos encontramos con un falso documental destinado a desmontar las conclusiones de distintos investigadores de los sucesos del 23F de 1981, mezclándolas con auténticas payasadas propias de su anterior etapa profesional. Se trató de una maniobra propagandística del régimen monárquico-franquista encaminada a dar el carácter de conspiranoia a hipótesis más que plausibles que implican a Juan Carlos de Franco y a los principales partidos de la época (lo siguen siendo) en un autogolpe destinado a salvar a la monarquía de operaciones militares involucionistas de las que el CESID tenía conocimiento.

    El sr. Évole junto a políticos de la transición caídos en el olvido, con la inexplicable colaboración del sr. Gabilondo, deciden sacrificar su credibilidad (mayor o menor según los casos) a cambio de obedecer a la voz de su amo y echarle un capote a una monarquía tan ilegítima como pútrida y corrupta.
 
    La idea no era otra que conseguir que el gran público metiera en el mismo saco la dirección del golpe por parte del cineasta José Luis Garci (Tejero hubiera tardado horas en subir los escalones de la tribuna del Congreso y probablemente se hubiera dormido en el segundo escalón) junto a hipótesis seriamente investigadas como la "solución Armada" (gobierno de concentración con la participación de todo el arco parlamentario y la presidencia del preceptor del rey, el general Armada).
 
    NOTA Y AVISO: El autor de este artículo carece de documentos que corroboren lo anteriormente escrito, por lo que puede ser mentira... O NO. Que nadie diga que no le he avisado.
 
    OTRA NOTA DE AGRADECIMIENTO AL SR. ÉVOLE: Gracias por proporcionarme otro rato de lectura la noche de los domingos.
 
 
    Javier Sánchez-Mota.
    Ciudadano de la República Española.

viernes, 28 de febrero de 2014

28F, nada que celebrar.

 
    Soy andaluz, republicano, federalista y de izquierdas (como está mandao). Me he despertado hoy con las felicitaciones previstas y con alguna más por aquello del 28F. Hoy, día de Andalucía según el régimen, se celebra el encastre de Andalucía en el "Estado de las Autonomías", que no es otra cosa que la chapucera receta de la monarquía franquista para adormecer las tensiones propias de un Estado plurinacional convertido en un puzzle para menores de 4 años con el funcionamiento propio de un estado centralista. Nada que celebrar.
 
    Andalucía hoy está a la cabeza de España en pobreza, desempleo e injusticia social. Sois libres de celebrarlo, pero, por favor, no me felicitéis porque no tengo nada que celebrar. El 28F representa todo aquello que hay que derribar y sustituir para que la soberanía no nos la ejerzan sino que nos la devuelvan. Si queréis felicitarme, hacedlo el 4 de Diciembre y os lo agradeceré en el alma, porque sí tendré motivos de celebración.
 
    El 4 de Diciembre de 1868 el pueblo de Cádiz se levantó contra la monarquía pidiendo una república federal. Fue un acto valiente que se extendió a Jerez, Sevilla, Málaga, Granada, ... Fue el inicio del federalismo republicano andaluz que dio lugar a diversas corrientes con un elemento común, el soberanismo. Como federalista andaluz me considero orgulloso heredero de este levantamiento y lo celebro como propio.
 
    El 4 de Diciembre de 1977 más de dos millones de andaluces y andaluzas se tiraron a las calles exigiendo la soberanía que sólo a la ciudadanía corresponde. Prefiero celebrar la expresión colectiva de la identidad andaluza que el engaño posterior (el consabido 28F).
 
    El 4 de Diciembre de 1977, en Málaga, caía de un disparo por la espalda Manuel José García Caparrós. Que no caiga en el olvido y nos sirva de ejemplo. Habrá quien diga que no es buen ejemplo alguien que murió, pero a día de hoy el mal ejemplo lo dan los millones de andaluces que están bastante más muertos que Caparrós.
 
    ¡Viva Andalucía libre! todos y cada uno de los días del año, pero para celebraciones buscadme cuando haya algo que celebrar, el 4 de Diciembre.

    Salud y República.
 
 
    Javier Sánchez-Mota.
    Ciudadano del Estado Andaluz y de la República Federal Española.

viernes, 31 de enero de 2014

TERTULIA REPUBLICANA VIRTUAL.

 
    Os presento un grupo de Facebook creado hace ya casi un año con la sana intención de generar debate y, en su defecto, dar cabida tanto a la información como a la opinión. Paso a explicaros sus características, condicionadas por su intención, por si alguna/o de vosotras/os está interesada/o en participar o simplemente en leerlo.
 
    El debate se plantea como abierto y libre. No hay censura ni nada parecido. Sólo hay una regla que será defendida con la rotundidad que sea necesaria: RESPETO, no creo que haya que explicarla.
 
    El grupo es abierto, cualquiera puede leer, cualquiera puede unirse y cualquiera puede admitir (requisito de Facebook) a nuevas/os miembros.
 
    Es pura y simplemente un grupo de Facebook. No tiene la menor vocación de convertirse en otra cosa ni a corto ni a medio ni a largo plazo. El grupo se mantendrá al margen de las acciones y militancias de sus miembros.
 
    Pero hay algo que sí me reservo sin el menor disimulo, la que podríamos llamar "línea editorial". Por ello, cualquier miembro puede publicar en el grupo pero seré yo (de momento soy administrador único) quien dé entrada o no a las publicaciones. Os explico los motivos de mantener este control:
  • Ya hay cientos de miles de grupos prácticamente clónicos. No tiene sentido crear uno más.
  •  No se pretende dar cabida a certámenes literarios ni exposiciones fotográficas. Fines altamente loables pero que no coinciden con el de este grupo, el debate.
  • A pesar de la epidemia que nos asola, aquí no salen granos por hablar de República. De hecho, hablar de la Tercera República Española es claramente el objetivo. No interesa el mercadeo político monárquico-franquista ni cual de sus partidos tiene mayor densidad de sinvergüenzas. Es un grupo para hablar de alternativas de futuro, no para regodearnos en lo que el régimen pretende que nos regodeemos.
  • El grupo puede ser rebelde, revolucionario, irreverente, lo que queráis. Cualquier cosa menos colaboracionista con el régimen por motivos de salud, el colaboracionismo me provoca intensas reacciones alérgicas.
  • Tanto por motivos de seguridad como de conveniencia estratégica, no se permitirán exaltaciones de la violencia. Del autoritarismo ni hablamos ¿no?
  • En la actualidad no se ha alcanzado el objetivo principal por lo que, en ausencia de debate, se da más cabida a la información y la opinión. Si se activa la participación, la prioridad será desarrollar los debates de forma profunda y cómoda. Por este motivo se frenarían las nuevas publicaciones para mantener un máximo de dos debates abiertos sin distracciones y sin ser "enterrados" por nuevas entradas. Espero que entendáis que es posible que alguna de vuestras aportaciones, siendo válidas e interesantes, tarden en entrar; en este caso intentaré explicar personalmente la situación a cada afectado con la mayor celeridad posible.
    Creo que está todo o al menos lo fundamental. Si os interesa, ésta es la dirección: https://www.facebook.com/groups/557652130921481/
 
    Salud y República.
 
 
    Javier Sánchez-Mota.
    Ciudadano de la República Española.

domingo, 26 de enero de 2014

Recuerda esto cuando beses a un niño.

 
    A veces, la mayoría de las veces, cuando hablas de política con alguien y planteas la necesidad de huir de las garras del capitalismo te encuentras con caras de verdadera estupefacción. Gestos que parecen decir: "¡uy!, rojo, malote, malo". Parece que oponerse al capitalismo es algo antiguo y perverso. La gente te mira a los dientes a ver si encuentra restos del último niño que te hayas podido comer. Pero es que oponerse al capitalismo hoy en día es pura defensa propia, es la más elemental aplicación del sentido común.
 
    El capitalismo carece de ética, su único objetivo es la ganancia del capital, su único tiempo es ahora. Si no tienes dinero que aportar al ciclo "crecimiento-crédito-inversión-ganancia-más crecimiento" no cuentas. Si vivirás como parte de una generación posterior cuentas menos aún. El capitalismo usa los recursos que tiene a su alcance sin pensar en el mañana, "el que venga detrás que arree", si el planeta ha sido esquilmado y contaminado hasta convertirlo en un gran erial que cada palo aguante su vela.
 
    Ya no hace falta ser un visionario para adivinar las consecuencias del crecimiento sin fin. Se empieza a ver el principio de la debacle y los datos de que disponemos nos anuncian que el colapso del planeta no es cuestión de miles ni siquiera de cientos de años, hablamos de dos o incluso una generación. No hablamos de una nueva crisis del capitalismo forzada para recoger ganancias, hablamos de que le planeta diga ¡basta! y de que se lo diga a esos niños que hoy besamos como muestra de cariño.

    Por todo esto te pido que veas este vídeo y lo recuerdes la próxima vez que beses a un niño.
 
    
    Salud y República.
 
 
    Javier Sánchez-Mota.
    Ciudadano de la República Española.

viernes, 17 de enero de 2014

Gamonal tiene nombre de explosivo.

    Si en algo estamos de acuerdo es en que la movilización ciudadana de Gamonal no es una más. Tiene algo que nos llega a lo más profundo a quienes aspiramos a un lugar mejor para vivir. En mi opinión son varios los factores que hacen de este barrio burgalés un ejemplo del que aprender y, por qué no, un ejemplo que extender.
 

 
    Gamonal no se enfrenta al político de turno, se enfrenta directamente al poder real, al capital. Se niegan a ser títeres de los manejos de la élite económica que necesita de "pelotazos" urbanísticos para transferir el dinero público a sus cuentas bancarias.
 
    Gamonal se moviliza de forma absolutamente transversal. No hay diferencias de edad ni de adscripción política, es la ciudadanía puesta en pie actuando como uno. No importa quién eres ni de dónde vienes, lo que importa es a dónde quieres llegar, el objetivo, y la marcha atrás no es una opción. 
 
     Gamonal se moviliza de forma decidida. No pide ni siquiera exige, comunica lo que va a pasar o, mejor dicho, lo que no va a pasar. Tienen claro que la soberanía no es algo que nadie les deba conceder, la soberanía se ejerce. Es su barrio y sobre su barrio deciden ellos y ellas, democracia participativa en estado puro.
 
    Gamonal se moviliza en un momento clave. Cuando el pesimismo y el desánimo comenzaba a extenderse entre los ciudadanos y ciudadanas en el sentido más rico de la palabra, en el que pone en valor la dimensión política del ser humano. Ha caído como una bocanada de aire fresco que nos invita a perseverar porque demuestra que es posible hacer cosas importantes si realmente queremos hacerlas.
 
    Gamonal sitúa al poder en una encrucijada sin camino bueno. Si aplasta la protesta mediante sus habituales medios de represión fascistoide puede generar una ola de ira que empuje de una vez a la gente a la calle. Si cede a la protesta (acabará cediendo) demuestra que no todo está perdido, que los súbditos son fácilmente controlables pero no hay quien controle a la ciudadanía puesta en pie. El poder ha pedido tregua porque necesita aire, a nosotras y nosotros nos corresponde decidir si se la concedemos.
 
    Estamos necesitados de buenas noticias, de espacio para la esperanza, y quizás por eso miremos subjetivamente a esta protesta como el origen de una nueva situación. Pero creo que objetivamente estamos ante algo distinto, sobre eso no hay dudas, la duda surge sobre si seremos capaces de aprender de Gamonal. Serán cosas mías, pero me da que Gamonal tiene nombre de explosivo. Toda explosión necesita oxígeno, ¿seremos capaces de aportarlo para que la explosión social se generalice?

    Salud y República.
 
 
    Javier Sánchez-Mota
    Ciudadano de la República Española.

jueves, 16 de enero de 2014

Como la vida misma.

    El sábado día 11 de Enero estuve en el cementerio de San Rafael en el acto de inauguración del mausoleo a las víctimas del genocidio franquista. Salí de allí con una sensación muy desagradable, una mezcla de asco y hartazgo. Había asistido a una representación teatral de nuestra sociedad y no me gustó, no me gustó nada. He pensado si escribir sobre esto o no por aquello de las sensibilidades y de lo políticamente correcto, pero ¡qué cojones! soy republicano.
 
 
   
    En primer lugar, las víctimas, porque los familiares de un asesinado también son víctimas del asesinato. Dignas, entre tristes y reconfortadas, pero silenciosas. Habían delegado y serían sus representantes los que hablaran por todas. Unos representantes que han tenido contacto con el lado más oscuro de la política y se ve que no fueron vacunados. Les oímos hablar de fallecidos, cuando se fallece por un infarto o un accidente, los que reposan allí fueron asesinados. Les oímos deshacerse en agradecimientos y elogios hacia los representantes de un régimen que mantiene secuestrada a la República Española por la que murieron sus familiares. Les oímos conformarse con un poco del dinero de todos en forma de mausoleo, pero ni una exigencia de condena al régimen genocida que se continúa en la actual monarquía.

     Los políticos de distinto pelaje pero con el mismo fondo, oportunistas de la peor calaña.
    Por un lado, los del ala izquierda del régimen haciendo gala de su facilidad para mantener sus palabras y sus obras en compartimentos estancos. Oyéndoles pudieran pasar por republicanos, incluso de izquierdas, pero viéndoles en el día a día se les nota que la mierda del régimen en el que participan les salpica hasta la coronilla. 
    Por otro, los herederos del franquismo, los que no condenan el genocidio por aquello de que no se muerde la mano que te da de comer. Políticos del franquismo reconvertidos en demócratas por obra y gracia de una transición tan indigna como fraudulenta. Nos dijeron que el marco de la reconciliación es una constitución tardofranquista "refrendada" bajo chantaje militar. Nos hablaron de pasar página, pero, eso sí, sin haberla leído. Son los que creen cumplir inaugurando placas y monumentos al tiempo que mantienen calles con nombres de asesinos franquistas y entregan al más insultante de los abandonos la placa a las víctimas de La Desbandá en el Peñón del Cuervo.


 
    Pero también hubo gente decente, gente a la que no le resultó suficiente con dar la espalda a tanto carroñero, gente que tuvo que contestar a tanta ignominia y que salió de allí con un nudo en el estómago y con la sensación de haber estado demasiado comedidos. Porque lo correcto no es el silencio, lo correcto no es la pusilanimidad, lo correcto no es la docilidad. El homenaje correcto a quienes dieron su vida por la libertad y la democracia de todas y todos no es inaugurarles cosas, es acabar lo que ellos no pudieron.

    Salud y República.
 
    Javier Sánchez-Mota
    Ciudadano de la República Española.

Desde el barbecho.

  Pasaron. Es un hecho.   Cualquier sociedad es la consecuencia de su propia historia y la española no es una excepción. La sociedad españ...