viernes, 17 de enero de 2014

Gamonal tiene nombre de explosivo.

    Si en algo estamos de acuerdo es en que la movilización ciudadana de Gamonal no es una más. Tiene algo que nos llega a lo más profundo a quienes aspiramos a un lugar mejor para vivir. En mi opinión son varios los factores que hacen de este barrio burgalés un ejemplo del que aprender y, por qué no, un ejemplo que extender.
 

 
    Gamonal no se enfrenta al político de turno, se enfrenta directamente al poder real, al capital. Se niegan a ser títeres de los manejos de la élite económica que necesita de "pelotazos" urbanísticos para transferir el dinero público a sus cuentas bancarias.
 
    Gamonal se moviliza de forma absolutamente transversal. No hay diferencias de edad ni de adscripción política, es la ciudadanía puesta en pie actuando como uno. No importa quién eres ni de dónde vienes, lo que importa es a dónde quieres llegar, el objetivo, y la marcha atrás no es una opción. 
 
     Gamonal se moviliza de forma decidida. No pide ni siquiera exige, comunica lo que va a pasar o, mejor dicho, lo que no va a pasar. Tienen claro que la soberanía no es algo que nadie les deba conceder, la soberanía se ejerce. Es su barrio y sobre su barrio deciden ellos y ellas, democracia participativa en estado puro.
 
    Gamonal se moviliza en un momento clave. Cuando el pesimismo y el desánimo comenzaba a extenderse entre los ciudadanos y ciudadanas en el sentido más rico de la palabra, en el que pone en valor la dimensión política del ser humano. Ha caído como una bocanada de aire fresco que nos invita a perseverar porque demuestra que es posible hacer cosas importantes si realmente queremos hacerlas.
 
    Gamonal sitúa al poder en una encrucijada sin camino bueno. Si aplasta la protesta mediante sus habituales medios de represión fascistoide puede generar una ola de ira que empuje de una vez a la gente a la calle. Si cede a la protesta (acabará cediendo) demuestra que no todo está perdido, que los súbditos son fácilmente controlables pero no hay quien controle a la ciudadanía puesta en pie. El poder ha pedido tregua porque necesita aire, a nosotras y nosotros nos corresponde decidir si se la concedemos.
 
    Estamos necesitados de buenas noticias, de espacio para la esperanza, y quizás por eso miremos subjetivamente a esta protesta como el origen de una nueva situación. Pero creo que objetivamente estamos ante algo distinto, sobre eso no hay dudas, la duda surge sobre si seremos capaces de aprender de Gamonal. Serán cosas mías, pero me da que Gamonal tiene nombre de explosivo. Toda explosión necesita oxígeno, ¿seremos capaces de aportarlo para que la explosión social se generalice?

    Salud y República.
 
 
    Javier Sánchez-Mota
    Ciudadano de la República Española.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Desde el barbecho.

  Pasaron. Es un hecho.   Cualquier sociedad es la consecuencia de su propia historia y la española no es una excepción. La sociedad españ...