viernes, 23 de mayo de 2014

¿Qué nos jugamos realmente el 25M?

  La primera contradicción, como suele ocurrir, se nos presenta con el mismo nombre del evento: Elecciones Europeas. La maquinaria del poder se afana en extender la idea de que contamos en el funcionamiento de la UE, pero no es cierto. El Parlamento Europeo es como el Senado Español, caro e inútil. No es el parlamento el que legisla en Europa, son sus órganos no democráticos, algunos ni siquiera europeos, los que imponen del orden del 80% de las leyes que se aprueban en España. Consejo de Europa, Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional, son los fijan las políticas que los/as incautos/as ciudadanos/as debemos soportar a mayor gloria y beneficio del capitalismo globalizado. De la misma manera que una colonia jamás ha elegido a su metrópoli, nosotros/as jamás elegiremos a los órganos decisorios de la UE, somos su colonia, el Imperio Romano tenía legiones y la UE tiene el Euro. Desde un punto de vista radicalmente democrático y por tanto anticapitalista, sólo hay un debate que realizar sobre la actual UE: ¿nos vamos o hacemos que nos echen?
 
  Lo que nos jugamos el 25M es comenzar a redibujar el mapa político español, empezar a enseñar los dientes si es que alguna vez aspiramos a morder y asumir el control de nuestros destinos. La pertenencia o no a la UE es una decisión que toma cada Estado, por lo que es falso que todo "pase por Europa", más bien al contrario todo pasa por limpiar la propia casa a fondo y cambiar aquello que se cae de puro viejo e inútil. La poca o nula llamada institucional a que se acuda a votar y el fomento de la proliferación de opciones prefabricadas por el capital mediante sus cadenas de televisión nos indican que al régimen no le interesa que vayamos a votar y, si no hay más remedio, lo hagamos dividiéndonos en multitud de opciones. La razón es sencilla, lo que nos venden como un 30% de estimación de voto con un 60% de abstención, no llegaría a un 13% con un 100% de participación. Cuando los partidos del régimen monárquico-franquista tienen claro que han tocado techo electoral e inician la caída libre, necesitan poca participación crítica para obtener resultados positivos. Resumiendo, abstenerse es darle aire a un régimen que se ahoga por su propia avaricia e ineptitud.
 
  En cuanto a la "abstención activa", lo primero ha sido asegurarme de que no se trataba de una coña de El Jueves o algo así. Pero no, lo dicen en serio. Se trataría de deslegitimar el régimen mediante la no participación, pero "activa" (hay que joderse). Lo de presentar alternativas válidas para un Estado no es activo, qué va; lo que es activamente antisistema es no pronunciarse, no comprometerse. Bien pensado, te aseguras de que jamás tendrás un mal resultado electoral; bueno tampoco, pero eso... Cuando se espera una abstención del 60%, es como decir: "yo, correr, corro poquito, pero apúntame la marca de Usain Bolt, anda". Resumiendo, ¡hay que joderse!
 
  Se abre ante nosotros/as un periodo muy importante. Dos años (elecciones municipales, autonómicas y generales) que pueden marcar la diferencia entre asumir de una vez por todas nuestra responsabilidad política o asumir definitivamente nuestra condición de esclavos sumisos. Un cambio profundo más allá del puro maquillaje, el camino hacia una sociedad republicana que supere definitivamente el capitalismo, no llegará exclusivamente por la vía electoral. Conseguir que el hombre (en genérico) deje de ser explotado por el hombre y el ser humano se convierta en el centro de la acción política, desplazando a las ganancias del capital, requerirá un alto grado de presión popular. Pero no hay que despreciar la vía electoral por muy manipulada que esté, puede que no sea la vía exclusiva para construir el nuevo Estado, pero sí se nos presenta como una inestimable herramienta para expresar nuestra voluntad de cambio y para debilitar un régimen político obsoleto e injusto.

  En mi opinión, el domingo nos jugamos el inicio de la caída del régimen y su sistema económico, además de ser una gran ocasión de ir "haciendo músculo" de cara a las próximas elecciones que sí serán decisivas. No es cuestión de ganar unas elecciones que, repito, no valen para nada. Se trata de acostumbrarnos a votar en conciencia, a informarnos, a desarrollar nuestro sentido crítico, a participar. Si eres independentista, vota independentismo; si eres comunista, vota comunismo de verdad (que lo hay); si eres socialista, vota socialismo de verdad (que también lo hay). Yo soy radical-republicano y votaré a Alternativa Republicana (ALTER), porque a pesar de algunos errores de juventud (cumplen el año dentro de un par de días) me identifico con sus principios.

  Vota lo que creas que debes votar, vota a proyectos (no a personas) que te gusten, vota a principios con los que te identifiques. Vota lo que quieras, pero ¡VOTA, JODER, NO SE LO PONGAS TAN FÁCIL!

  Salud y República.

Desde el barbecho.

  Pasaron. Es un hecho.   Cualquier sociedad es la consecuencia de su propia historia y la española no es una excepción. La sociedad españ...